La leishmaniosis es una enfermedad que puede ser mortal para los perros.
La leishmaniosis es transmitida por la picadura del mosquito Phlebotomus. Es muy común en España, particularmente en la Sierra de Madrid.
Los signos clínicos de la leishmaniosis canina son varios y puede que no se presenten todos o incluso que no se presente ninguno si el animal está en estado subclínico. El riesgo de contagio a los seres humanos existe siempre. Por eso es muy importante que el perro esté protegido los 12 meses del año.
El flebotomo
El vector implicado en la transmisión es el flebotomo, insecto de tamaño reducido de color amarillo y cubierto de abundantes pelos. Su período de actividad coincide con los meses más cálidos, aunque puede variar en función de las condiciones climáticas. Se caracterizan por su actividad al anochecer, siempre que las temperaturas superen los 16-18ºC y la lluvia y el viento no estén presentes. Sólo las hembras se alimentan de sangre y por lo tanto son las únicas transmisoras de la enfermedad.
En el perro, el parásito vive en un tipo especial de leucocitos (macrófagos) de la sangre, piel y órganos internos, además se encuentra en médula ósea, articulaciones e incluso en el Sistema Nervioso Central.
Cuando un mosquito (flebotomo) pica a un perro infectado, toma parásitos (leishmania) de la sangre de su piel. Dentro del estómago del mosquito, las células infectadas se rompen y los parásitos, que se liberan, cambian su forma y se vuelven alargados. Estas formas alargadas flotan en el contenido estomacal y se adhieren a la pared intestinal.
Se reproducen mediante la división binaria y, en unos pocos días, el estómago del mosquito está repleto de parásitos. Cuando la hembra vuelve a picar, los parásitos se depositan en la sangre de su piel del perro. Aparece una minúscula lesión dérmica (denominada chancro de inoculación) en el punto de picadura, habitualmente en la nariz o la oreja. Ahí, el parásito coloniza los macrófagos y sufre un cambio morfológico a su forma original redondeada. A medida que el chancro desaparece lentamente, los parásitos se dispersan por la sangre a otros órganos internos.
Incidencia en España
La incidencia de la leishmaniosis varía dependiendo de factores ambientales como son temperatura, humedad y situación geográfica:
En España las regiones más afectadas son las de Aragón, Cataluña, Madrid, Baleares, Levante, Murcia, Andalucía, Castilla-La Mancha, Extremadura, Castilla y León. Se observa en otras regiones pero con menos intensidad.
Prevención y tratamiento
El primer síntoma clínico más habitual es la pérdida de pelo, sobre todo alrededor de los ojos, orejas y la nariz. Según la enfermedad va avanzando, el perro pierde peso aunque no pierde el apetito. Son habituales las heridas en la piel, especialmente en la cabeza y las patas en las áreas donde el perro está en contacto con el suelo al tumbarse o sentarse. Cuando el cuadro se vuelve crónico, éste se complica observando síntomas relacionados con insuficiencia renal en muchos casos
Es muy importante realizar una prueba diagnóstica de sangre durante el invierno porque los collares o pipetas antiparasitarias con los que proteges a tu mascota no son efectivos al 100% a la hora de prevenir las picaduras de estos insectos. En nuestra tienda online puedes encontrar varios productos con los que prevenir esta enfermedad.
Por otro lado, debes saber que tu animal podría estar infectado y no mostrar síntomas hasta que la enfermedad estuviese avanzada. Si el resultado de la prueba fuese negativo se podría comenzar con la vacunación contra la leishmania.
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