Mañana sin falta, la semana que viene, de este mes no pasa… ¿Cuántas veces has pensado en llevar a tu mascota al veterinario y lo has dejado pasar? No tengo tiempo, no tengo dinero, no está enfermo, estará exagerando… son frases que se encuentran en el argumentario común.
Sin embargo, todos estos pretextos no son más que eso y pueden desembocar en consecuencias graves e incluso fatales para nuestro/s animales. Cuando tomamos la decisión de tener una mascota debemos ser conscientes de la responsabilidad que de ello deriva, de modo que, además de jugar con él, tenemos que velar por el cuidado de su bienestar y de su salud; y esto implícitamente conlleva la visita rutinaria a la clínica veterinaria, del mismo modo que tú acudes a las revisiones con tu médico aunque te encuentres en perfecto estado.
Prevención = calidad de vida para tu mascota
Como decimos, es fundamental ponerte en manos de un veterinari@ para aplicar lo que se denomina como medicina preventiva. Los chequeos rutinarios son fundamentales para la detección precoz de diferentes enfermedades como la diabetes mellitus o los tumores: vacunación, prevención de la enfermedad periodontal, tratamientos antiparasitarios, test de leishmaniosis, problemas geriátricos, filariosis, etc. son algunos ejemplos.
Zoonosis
¿Has escuchado de la palabra Zoonosis? Su significado debería preocuparte porque estamos hablando de cualquier enfermedad propia de los animales que puede comunicarse a las personas. Por lo tanto,tu mascota puede transmitirte a ti y/o a tu familia distintas enfermedades con el simple hecho de tener convivencia diaria contigo; de ahí la importancia de que la lleves a desparasitar y vacunar con la frecuencia oportuna.
El/La veterinari@ es el/la expert@
¡No intentes ir de list@! Nunca mediques a tu mascota: ni paracetamol, ni jarabe para la tos… El único que tiene el conocimiento y la capacitación necesaria para medicar a tu animal es el veterinari@. Las dosis y los efectos de los medicamentos para humanos son muy diferentes en animales pudiendo intoxicarlo, provocarle alergias e incluso causarle la muerte. ¡No expongas a tu mascota, puede salirte más caro de lo que imaginas!